Hace dos días estuve con ese maravilloso momento del año que se titula "cambio de zapatos". Retira las sandalias y guarda todos los de verano y saca los de otoño e invierno. Que también es cuando siempre me doy cuenta que hay algún par que no me he puesto en todo el verano y son preferidos y otros que no encontraban y estaban escondidos y tampoco me he puesto, pero bueno. Sacando me doy cuenta que necesito zapatos nuevos, algún botín negro plano me vendría genial y donde haría el cambio de zapatos perfecto pues en mi adorable templo de Amancio.
Si es que Amancio tiene de todo, todo tendencias y siempre tentaciones. Me he enamorado de esos mules de cuadro vichy que no son nada adecuados para el invierno pero que son tan tan tan bonitos. Y bueno seguiré buscando mientras los botines perfectos.
Besos de otoño,
Zaracienta
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