Las princesas se van de boda

     Como si de un cuento se tratara este pasado fin de semana la realeza se ha puesto de tiros largos. Boda Real en Luxemburgo, se casaban Guillermo y Stéphanie, los príncipes de Luxemburgo. Al evento, como es habitual, llegó una representación de las casas reales, todo suena tan regio, tan de cuento que debía un post al evento y sobre todo porque la novia tuvo la gran suerte y acierto de elegir al mejor diseñador del mundo entre todos para el vestirse de novia e ir hasta el altar: mi querido, admirado e idolatrado Elie Saab. ¡Qué suerte la tía!

     Las invitadas

     No todas que eran muchas. He descartado con perdón real, espero, a las más queridas y maduritas reinas, que su tendencia es más clásica y acorde a su edad y estilo, ninguna sorprendió, ni defraudó, como las más jóvenes.
     Carolina de Mónaco, como siempre elegancia asegurada, fiel a su querido Karl vistió un Chanel acorde con la ocasión, iba divina.

      Los condes de Wessex, ella no iba mal, su pamela aceptable y el traje también.

     Federico y Mary de Dinamarca, él con los galones correspondientes y ella muy mona, me gusta mucho el estilo de ella, dentro de lo clásica es actual y el color además súper tendencia.

     Felipe y Matilde de Bélgica, pues cómo poder ir mona y aparecer como una señora mayor que se le casa el hijo o el sobrino, el tocado la remata pero no para bien, por ser fina.

     

     Máxima de Holanda, me encanta su estilo y el estilismo que eligió, el contraste de colores, las mangas. Es la versión contraria a Matilde de Bélgica, es arriesgar un poco y salir ganando mucho.

     Kyril de Bulgaria y su cuñada Miriam de Ungría, los dos elegantísimos. Él pero qué guapo y qué estilo tiene y por quéeeee no sigue con Rosario Nadal, la princesa más guapa, elegante y estilosa de entre todas, en fin ellos sabrán. Su cuñada iba muy guapa.

     Lalla Salma de Marruecos, fiel a su estilo de Caftán iba en ese azul eléctrico que bueno yo no me lo pondría pero a ella no la veo mal.

     Luis de Luxemburgo y Tessy, su mujer. Jóvenes y sosos, nada más que decir.

     Marie Chantal Miller, pero qué guapa y qué elegante va siempre. Mona, actual, con estilo, así sí me gustaría ser princesa.

      Marie Chantal Miller con su marido Pablo de Grecia.

     Victoria y Daniel de Suecia, pero esta chica la pobreeee ¡por qué se viste así!, en mi opinión no se saca nada de partido. No sólo eso sino que encima se pone años, yo la asesoraba gratis una temporada.

Nuestros queridos príncipes de Asturias, no defraudaron: él de gala y ella en su estilo. El abrigo muy mono y elegante y la pamela también, correcta.

 La novia

     El momento más esperado es desvelado, quién firma el traje de la novia. Y de repente contra todo pronóstico, lejos de esperar un traje insulso, de corte clásico sin pena ni gloria aparece él para embellecerlo todo, para darle ese toque de glamour, elegancia y superioridad al evento, para darle el broche mágico y convertir a esta novia con cara de haber cenado acelgas -no sólo la noche de antes- en una bella princesa. Y sobran las palabras, si lo ha tocado y diseñado Elie Saab es precioso, delicado, perfecto en cada centímetro de tela, en cada detalle. Y así fue.

     Digo yo que eso de ser príncipes en el siglo XXI es un privilegio aunque digan que tienen una agenda apretada, que su vida es pública y blablablaba. Pero vamos si te vas de viaje por una boda, y los fastos se alargan y duran varios días, encima vas a gastos pagados, te quedas en palacios o castillos, luces trajes de noche en las fiestas previas, luego vas de boda y te puedes permitir un Elie Saab o un Valentino, yo lo veo un chollo, ¿no os parece?

     Besos principescos, hoy desde mi castillo de princesa con bolsas de Zara y vestida de Inditex.

    Zaracienta